El rito diario: La vida

22 02 2011

The Rite, es una película que explora explícitamente y de cierta manera para apelar al atractivo de la taquilla, el aspecto del exorcismo, que tal vez pueda verse como un sistema focklórico de ayuda, bueno me pregunto si se podrá catalogar como tal. Pero en un aspecto más profundo evalúa esta guerra constante del ser humano entre el bien y el mal, que se ve representado aquí en un joven aspirante a sacerdote con una gran ausencia de fe.

Michael, tiene una pesadilla donde ve lo que parece ser la mano de su padre con unas uñas bien largas, horripilantes y monstruosas. De repente, Michael, comienza a soplar las manos como solía hacer su padre con su madre muerta, cuando súbitamente esas manos lo atacan e intentan asfixiarlo. Exaltado y sudado se levanta de su cama en medio de la noche, escucha la puerta, al abrir descubre es su maestro formal que va a darle una terrible noticia, su padre ha enfermado gravemente. Esto es lo que Jung denomina sincronicidad, dos eventos que sin causalidad precede uno al otro y tiene una carga emocional y psicológica muy fuerte.

“Uno de los aspectos esenciales de la naturaleza de la sincronicidad radica en el significado del fenómeno, en la pertenencia que tenga en la vida de la persona. […] La realidad universal quedaría en duda, ya que, partiríamos de una realidad individual, subjetiva, a base de significado y relevancia de la experiencia humana. Los patrones y fenómenos que se van desenvolviendo a través de la vida humana sin importar el medio de manifestación de los mismos tienen un efecto revolucionario en la persona si estos tienen un significado para el/ella.” – De vuelta a la matriz…

Más tarde, este llama al hospital para ver como sigue su padre, cuando la enfermera pasa la llamada al cuarto de su padre este le contesta y le comienza a contar que esta sufriendo y que esta en dolor. Pero esa llamada se ve interrumpida por una voz que se identifica como el doctor que atendió a su padre para decirle que su padre había muerto esa misma tarde.

A veces hay demonios que nos acechan y hasta que no los aceptamos o creemos en ellos no nos liberan. Parte de la guerra espiritual de Michael era creer, tanto en el bien como en el mal, y en el momento en que el cree en el mal y en el bien, parte de su carga se aliviana. Él mismo dice que al creer en el mal indudablemente tiene que creer en el bien. Pero ahora comienza lo más dificil, descubrir y lidiar con nuestra propia sombra. Pero así como en el exorcismo los demonios se niegan a revelar su nombre, aquellos que nos acechan a nosotros también lo hacen, e identificarlos, nombrarlos es un gran paso. A medida que vayamos integrando ambos aspectos a nuestra psyche, podremos tener en el medio de la tempestad que es la vida, como dice Madonna: “a little piece of heaven”. “I will never leave you”, le dice el demonio a Michael, pero ni debe Michael querer que este lo abandone.





Mitos Contemporáneos: De Star Wars a Indiana Jones

14 12 2009

Aquí quiero compartir con ustedes un trabajo sobre los mitos y la teoría de Carl Jung que realicé en conjunto con mi compañera Ericka Avecedo.

Esta es la presentación que se ofreció en el Simposio de Carl Jung realizado en el RUM:

Aquí también está disponible el audio del Simposio.





Sarah Silverman y Jung

11 12 2009

Quería compartir con ustedes este episodio de la serie sobre “The Red Book Dialogues” en el que nos encontramos con la comediante Sarah Silverman y el analista jungiano Michael Vannoy Adams. Donde el analista junguiano pone a Silverman a analizar unas imágenes del tan esperado “Red Book” y las reacciones son sumamente interesante.

Dream on|Sarah Silverman meets Carl Jung





Mujeres

5 12 2009

Luego de la lectura sobre Jung y el Feminismo, hubo espacio para mucha reflexión. Uno de los argumentos más controversiales en torno a la teoría de Jung es el modelo anima-animus. Como discutimos en la entrada pasada sobre Jung y el Feminismo, según Goldenberg, este modelo favorece a los hombres y pone a la mujer en una posición de subordinación y a su vez se valoran más los atributos que Jung le adjudica a los hombres, como el logos (razón), que los de la mujer. Esto presupone una superioridad evidente del hombre sobre la mujer, sólo por asuntos de género. Como Goldenberg menciona en su artículo esto limita el aspecto fenomenológico de la mujer y a la vez su desarrollo, implicando hasta cierto punto un rol de la mujer, el propósito de la mujer como al servicio de las necesidades del hombre.

Y esto me llamó mucho la atención. Lo primero que vino a mi mente fue la canción de Ricardo Arjona, Mujeres, y de como esta posee algunos aspectos junguianos del modelo anima-animus que Goldenberg tan severamente criticó. Aquí compartiré algunas observaciones en torno a la letra de la canción.

No se quien las invento…
no se quien nos hizo ese favor…
tuvo que ser dios
que vio al hombre tan solo
y sin dudarlo
penso en dos… en dos

Dicen que fue una costilla
hubiese dado mi columna vertebral…
por verlas andar
depues de hacer el amor
hasta el tocador
y sin voltear… sin voltear…
sin voltear

Vemos como en esas primeras líneas se sigue apoyando la visión judeocristiana de la creación, donde Dios creó al hombre y de la costilla del hombre creó a la mujer. Y puede que sea así o aún peor, no se sabe ni quien nos inventó.

Mujeres
lo que nos pidan podemos
si no podemos no existe
y si no existe lo inventamos
por ustedes
mujeres
lo que nos pidan podemos
si no podemos no existe
y si no existe lo inventamos
por ustedes
mujeres
que hubiera escrito Neruda
que habria pintado Picasso
si no existieran musas como ustedes

Aquí podemos ver el aspecto que plantea Goldenberg en contra del modelos anima-animus donde se le asigna al hombre la capacidad de inventar, de crear, el logos. Mientras que, la mujeres somos meras musas expectadoras incapaces de crear e inventar. Y no tan sólo eso, sino que Arjona expresa: “lo que nos pidan podemos
si no podemos no existe”, estableciendo el domino del hombre como el único ser capaz de generar el cambio, de generar conocimiento.

Nosotros con el machismo
ustedes al feminismo… y al final
la historia termina en par
pues de pareja vinimos y en pareja
hay que terminar
terminar… terminar

Los opuestos que son parte esencial en la teoría junguiana también lo vemos aquí reflejado como por ejemplo, el machismo y el feminismo. Que no necesariamente son corrientes opuestas pero que una surge en torno a la otra y tienden a polarizarse. Otra característica que recalca Goldenberd de este modelo, como se habla de que el hombre posee su contraparte sexual femenina y por ende se asume que la mujer debe poseer su contraparte sexual masculina.

Vemos como muchas de estas posturas y críticas aun siguen vigentes en nuestra cultura popular y se manifiestan de diversas formas. Y la psicología junguiana es otro lente por el cual podemos ver el mundo.





Fight Club: La Sombra y el Mito

4 12 2009

La película Fight Club, que está basada en el libro de Chuck Palahniuk fue una película sumamente controversial para su tiempo. Muchos la criticaron y censuraron por su gran contenido de violencia.

Uno de los temas principales en la película es la relación entre estos dos hombres aparentemente independiente uno del otro. Pero vemos como estos dos hombres son realmente el mismo, representando uno la contraparte del otro, un término junguiano conocido como la Sombra. Lo que Jung definió como “uno de los arquetipos principales del inconsciente colectivo, es la parte inferior de la personalidad, la suma de todas las disposiciones psíquicas personales y colectivas que no son asumidas por la consciencia por su incompatibilidad con la personalidad que predomina en nuestra psique”.

En un artículo publicado recientemente en el New York Times,“‘Fight Club’ Fight Goes On”, el actor Edward Norton, uno de los protagonistas de ‘Fight Club’, identifica y recalca la importancia del mito:

“Joseph Campbell has that great idea about mythologies, that a myth functions best when it’s transparent, when people see through the story to themselves,” he said. “When something gets to the point where it becomes the vehicle for people sorting out their own themes, I think you’ve achieved a kind of holy grail. Maybe the best you can say is that you’ve managed to do something true to your own sensations. But at the same time you realize that this has nothing to do with you.”

El mito permanece siendo parte integral de la sociedad y su cultura.





Homo-Sapiens

17 11 2009

La homosexualidad como conducta se vincula con desviación, se visualiza como un comportamiento contra-natura en el ámbito religioso. Actualmente, el activismo gay ha cobrado mayor fuerza, no tan sólo para destigmatizar su preferencia sexual sino que para despenalizarla también y a su vez establecer una igualdad con la mayoría heterosexual. En un tiempo fue catalogada como una enfermedad, una condición mental que requería tratamiento y atención médica. Automáticamente estigmatizando un comportamiento sólo porque no corresponde al de una mayoría. El cual tiende a ser la vertiente dominante en el campo de la psicopatología. Y Jung refuta y revierte parte de este modus operandus que domina diversas esferas tanto en la psicología como en lo político y social. Dando paso a un término muy importante, la tolerancia. “Tolerance netiher approves not condemns, it lets be.”

Pero no nos dejemos deslumbrar por esto, porque así como Jung creía en ver el todo de la persona también habla de un complejo y de inmadurez psicológica al hablar de la homosexualidad. Lo que lleva a ver a la misma como una desviación, como un conflicto sin resolver y que necesita ser resuelto para así tener un proceso de individuación pleno y alcanzar una saludable madurez psicológica. Esto reafirma la heterosexualidad no tan sólo como norma social, sino como elemento de estabilidad en la psyche. Lo que implica, nuevamente, que la psyche tiene sexo, lo cual a su vez sería un elemento problemático ya que se trae la psyche a nivel biológico (¿la biología de la psyche?). Y Jung atribuye la homosexualidad (lo cual visto desde este punto de vista, es un comportamiento, una conducta observable que puede ser modificada) a una relación de dependencia con la madre que no ha sido resuelta, tanto para el hombre como para la mujer. “Homosexuals could then be described as acting out of identification with their contrasexual element archetypally and projecting their personas on to others of the same sex.”

Esto lleva al mismo problema que enfrentamos cuando hablamos del feminismo desde la perspectiva jungiana, aparte de la cargada connotación negativa hacia lo femenino es: las expectativas, los comportamientos que se le atribuyen a los sexos. Estas expectativas y comportamientos esperados, son creaciones sociales y esto se puede ver mejor desde el contexto histórico-cultural. Donde actualmente, la heteronormatividad (a palabra habla por si sola) es la regla social y se exhorta a ajustarse a la misma. Pero esto me resulta un tanto contradictorio, ya que Jung en el proceso de individuación nos exhorta, mas bien nos aconseja, nos exige el no definirnos en torno a la sociedad. Nos explica muy elocuentemente que la individuación es un proceso que conlleva la diferenciación psicológica, teniendo como meta el desarrollo de la personalidad individual. Y cito mi entrada en el blog sobre individuación: “Mientras que para Jung esto no es tan importante, es más importante la manera en como el individuo ve el mundo y lo que este significa para el. El significado individual de la vida para Jung es sumamente importante, ya que esto es lo que determina y hasta cierto punto dirige unos cambios en el individuo. Y entiéndase por cambio, no sólo el recuperarse sino también la amenaza de inestabilidad.”

También podemos ver que hay cierta apatía y prejuicio en torno a lo femenino y todo lo relacionado a ello. Podríamos hablar incluso de un complejo de superioridad hacia lo masculino. Donde la valorización de lo llamado “femenino” es inferior y su rol es reducido. Aquí volvemos a lo de Anima y Animus, que son las contrapartes tanto del hombre como de la mujer. Y como muy bien el autor plantea, uno esperaría que si el hombre posee el anima y la mujer pose el animus, en cada caso, en torno a la homosexualidad, sea el opuesto nuevamente el “causante” de la misma”. Pero no es así, esta teoría gira solamente en torno a lo femenino. Algo que ha distinguido la psicología de Jung es el énfasis en los opuestos y como éstos son necesarios en la psyche. Pero, ¿son los opuestos psicológicos lo mismo que los opuestos físicos? Como cita el autor: “It is as if the unio of opposites means only that male anatomy must unite with female anatomy.” Si hay tal cosa como opuestos psicológicos y opuestos físicos, ¿se pueden unir opuestos psicológicos que sean del mismo sexo? ¿Es esta unión de opuestos “válida”?

Al afirmar que un complejo causa la homosexualidad, ¿puede un complejo causar la heterosexualidad, o la misma es innata? Y cuando hablamos de complejos en términos jungianos hablamos de personalidades autónomas, pero no podemos olvidar que también existen complejos a nivel social que también influyen y pueden apoderarse de nosotros. La homosexualidad es parte integral en el entendimiento social, político, biológico, cultural, del ser humano. La carga social negativa que conlleva la misma es su mayor problema y esta se manifiesta no solamente de manera física en la persona (dolencia, depresión, etc.) sino de manera violenta también. Vemos como en Puerto Rico durante la semana asesinaron a un joven gay, en lo que lamentablemente se ha convertido en algo común y llamamos Crímenes de odio, sólo por ser abiertamente homosexual. Así como hay una evolución en la consciencia del ser humano, también en su sexualidad.

Nadie merece ser asesinado por ser quien es. Si una persona no quiere asociarse con otra, hay miles de maneras para salir de esa situación, pero jamás la solución es acabar con la vida de un ser humano.”

– Pedro Julio Serrano





Animaus

7 11 2009

“I believe that, if there is a modern-day unicorn, it has to be the androgyne.”

Cynthia Secor

Naomi Goldenberg en A Feminist Critique of Jung, se enfoca primordialmente en la esencia de lo que Jung llamó arquetipos desde la perspectiva de la naturaleza de éstos como elementos que no cambian ni son intercambiables. En específico los arquetipos de lo femenino y lo masculino, anima y animus. Aquí vemos nuevamente los opuestos en Jung, éste le asigna a cada uno su contraparte, la mujer posee el elemento masculino del animus y el hombre el elemento femenino del anima. Jung dice: “[…] woman’s consciousness is characterized more by the connective quality of Eros than by the discrimination and cognition associated with Logos. In men, Eros the function of relationship, is usually less developed than Logos.” Y es aquí donde Goldenberg argumenta como este modelo de los arquetipos como contraparte claramente favorece al hombre.

Este modelo, según Goldenberg, presupone unas actitudes y un prejuicio, y limita la experiencia de la mujer. El sexo predetermina no sólo el rol social, sino el comportamiento de la psyche. Hasta cierto punto podemos inferir que la psyche tiene sexo y que se le pueden atribuir ciertas características específicas dependiendo del sexo (prejuicio). O sea, que esto implicaría un encajonamiento no tan sólo de la conducta, sino de la psyche. Lo cual me parece sumamente contradictorio, porque parte de la esencia de la psyche es su habilidad de cambio, de transformación, su capacidad evolutiva. “For women, Jung’s particular model militates against change in the social sphere.”, dice Goldenberg, lo que, según ella, lleva a confirmar y mantener los estereotipos. Ya que, al hombre se le asigna y se le atribuye toda la actividad del Logos, mientras que, a la mujer no se le incentiva el desarrollo de la misma. Es un postura casi hasta biológica, donde la biología determina que es lo apropiado y que no, que puede y debe hacer y que no, dependiendo del sexo. Limita el aspecto fenomenológico de la mujer a imágenes e ideas que nunca cambian.

Algo que me llamó mucho la atención fue el aspecto que trae Goldenberg de un “Jungian opus”, donde se ve a Jung como un profeta y se le venera, según ella, de manera indiscriminada. Sabemos la importancia de la religión para Jung y como ésta le da cierto sentido o dirección a la vida. Con esto podemos interpretar la psicología de Jung como una religión, siendo él profeta. Y, ¿sería este el verdadero propósito de Jung? ¿Será que el elemento que falta, según él, en la santísima trinidad es Jung mismo? Y aquí la autora critica, la falta de consenso dentro de algunas de los conceptos de Jung y de como sus seguidores no cuestionan las mismas.

Al final, Goldenberg propone que se derrumbe la jerarquía de la mente, y que se le de importancia a la experiencia del individuo, a la psyche individual. Que se vea al arquetipo como un elemento que es parte del cambio, que no limita ni encajona la experiencia, sino que la identifica y la expresa. Estoy de acuerdo con la autora cuando plantea los límites que establece el modelo anima/animus y las implicaciones que tiene en torno a la mujer, el estereotipo y los roles sociales. El cambio y la tensión es importante para la psyche, según Jung, donde los opuestos deben buscar un balance. Pero así como ocurre un cambio en el interior, los cambios en el exterior también son importantes, ya que son estos mismo los que también producen cambios en la psyche. Así como tenemos la necesidad de integrar y crear nuevos mitos, esos cambios y esa integración también tienen que ocurrir en el aspecto social. Pero, ¿quién determina los roles? Qué o quién determina lo que es “femenino” y “masculino”, ¿el sexo? ¿un estilo de vida? ¿Chanel? ¿una corbata? Así como Jung veía la Biblia como un documento que contenía la evolución de la consciencia humana, la evolución de los roles implica la evolución de la psyche y por consiguiente, de los arquetipos.





Jung y el Oriente

4 11 2009

“People say that what we’re all seeking is a meaning for life. I don’t think that’s what we’re really seeking. I think that what we’re seeking is an experience of being alive, so that our life experiences on the purely physical plane will have resonances within our own innermost being and reality, so that we actually feel the rapture of being alive…” (Campbell, 1988).

Jung, siempre le ha dado gran importancia a los opuestos, ego y self, y no es distinto cuando se trata de Occidente y Oriente. Para él, las prácticas de Oriente eran interesantes y se debían estudiar pero no aplicarlas al contexto Occidental. Aplicar unas prácticas específicas a una historia y contexto cultural distinto al nuestro no sólo no funcionaría, sino que resultaría perjudicial para la psyche. En vez de tomar la filosofía Oriental, traerla a nuestro contexto socio-cultural y aplicarla deliberadamente para Jung no es posible ni productivo. Sin embargo, el recomienda investigar dentro de nosotros mismos, una especie de instrospección social, cultural e histórica, así como individual, y generar nuestras propias prácticas que sirvan a nuestras necesidades. Jung propone una especie de receta para la psyche Occidental.

El proceso hermeneútico no debe verse ni aplicarse solamente a la estructura individual sino que a una cultura entera también. Y parte del proceso hermeneútico, como lo describe el texto, incluye, el reconocimiento de nuestra propia situación histórica y la comprensión de la distancia entre uno mismo y el otro; requiere la disposición de estar abierto al otro, pero no ser absorbido por el mismo; reconocer los prejuicios y limitaciones que se encuentran en ambas partes del diálogo y la habilidad de ser tanto crítico con los demás como con uno mismo. Una distinción importante y hay que tomar en consideración es la de la palabra diálogo, para Jung el diálogo es un intercambio mutuo y no implica para nada una ciega admiración. Por eso, hay que tener cautela en cuanto a la primera impresión que las prácticas del Oriente tienen sobre nosotros. Porque estás, para Occidente, tienden a visualizarse como fantásticas, inclusive como mágicas, lo cual puede llevar a la noción errónea de que son “perfectas”.

En Oriente, el ego debe desaparecer, debemos despegarnos del mundo material; debe haber una integración completa entre el ego y el self. La yoga, es uno de los medios para alcanzar este estado a través de la meditación profunda. “The goal of yoga is identity with universal consciousness which is logically identical with unconsciousness…a state in which subject and object are almost completely identical.”; esto sería como volver a los tiempos de Adán y Eva, al “paraíso” a un estado de inconsciencia donde no se tiene reconocimiento personal; un estado libre de conflicto, estático, sin cambio alguno sin desarrollo. Y eso, para Jung, no es el propósito, no hay tal cosa como el proceso de individuación porque no hay individuo, no hay relación, no hay reconocimiento. Puede verse como una manera de escapar de las vicisitudes de los mundos, de evitar el sufrimiento. Y el sufrimiento, tanto como el conflicto entre los opuestos, es estar vivo. Vivir es sufrir. El sufrimiento nos hace humano, la vulnerabilidad de la vida y la certeza de la muerte.

Para Jung, la “auto-realización” no es posible alcanzarla porque el inconsciente nunca va a estar plenamente iluminado con respecto al ego. Y parte fundamental de la naturaleza de la psyche es el conflicto entre opuestos complementarios. La actividad en la psyche es importante para Jung, más que importante, necesaria. Y Occidente debe prestarle atención a esa actividad, indagar sobre su historia, su cultura y así, solo así, comenzar a idear y crear sus propias herramientas y prácticas. Siempre hay que mirar hacia adentro, tanto como cuando se habla del individuo como cuando se habla de una cultura, para encontrar la esencia de nuestra psyche.

Referencia:

Campbell, J. 1988. The power of myth. Bantman Doubleday Dell Publishing Group Inc. Fifth Avenue: NY.





Are we human? Or are we dancer?

21 10 2009

Actualmente estoy leyendo la conversación de Joseph Campbell y Bill Moyers en The Power of Myth, y Campbell decribe el mito como “the song of the universe,” “the music of the spheres”. Y es como Bill Moyers dice, “music we dance to even when we cannot name the tune”. La música como muy bien se describe comúnmente, es el lenguaje universal, no hay que tener un diccionario ni un doctorado en música para uno entenderla y bailarla. Esto luego remonta a Campbell a una conferencia de religión que se llevaba a cabo en Japón donde el oyó por casualidad una conversación entre un filósofo de Nueva York y un cura Shinto. El filósofo le dijo al Japonés: “We’ve been now to a good many ceremonies and have seen quite a few of your shrines. But I don’t get your ideology. I dont get your theology.” A lo que el Japonés le contestó: “I think we don’t have ideology. We don’t have theology. We dance.” Así mismo, “nosotros bailamos”, y esto automáticamente me llevó a la canción de The Killers, Human. Y esa pregunta que propone la canción es totalmente válida, “Are we human? Or are we dancer?”





Tool

18 10 2009

Aquí quiero compartir con ustedes esta canción de Tool “46 & 2” de su albúm Aenima (aunque esté escrito diferente, es un concepto jungiano) que habla del concepto de la sombra de Jung.